La Copa rota
- Diego Delgado
- 6 nov 2015
- 2 Min. de lectura
En una final llena de polémicas, Boca Juniors le ganó 2 a 0 a Rosario Central y se coronó campeón de la Copa Argentina 2015.

Los primero minutos del partido no hacían prever lo que ocurriría 80 minutos después. Nadie imaginaba a un Chacho Coudet dirigiendo desde un celular y dándole indicaciones a su colaborador Ariel Garcé. Nadie se imaginaba un gol (polémico) anulado a Marco Rubén en el PT. Nadie imaginaba una escapada de Peruzzi y que el (mal) árbitro Ceballos pitara penal ¡un metro fuera del área! Y menos, que a los 2’ del final del encuentro, Andrés Chávez marcara el 2 a 0 definitivo en posición ilícita. Una final que no merecía este final.
La agresividad de Rosario Central fue anulada por la agresividad de Boca Juniors en los primeros 15’. Cosa que ocurriría al revés en los últimos 20’ del PT, cuando el Canalla fue acercándose poco a poco a lo que se asemeja su juego. Pero las cosas tomarían otro rumbo emocional cuando al promediar la primera etapa, Marco Ruben marcó un verdadero golazo que el línea Marcelo Aumente anuló. El banderín vio que Marcelo Larrondo, que estaba mínimamente adelantado, intentó participar de la jugada de gol y de esta manera anuló el desahogo. El DT rosarino pegó el grito en el cielo y después de varias palabras hacia el árbitro y el línea, se fue expulsado. A pesar del bajón anímico, Central fue para adelante y terminó mejor que el campeón del fútbol argentino.
En la etapa final, Rosario seguía buscando, pero las manos de Agustín Orión le taparon un formidable cabezazo al goleador Ruben, apenas comenzado el ST. Boca no encontraba espacios ni respuestas futbolísticas en Nicolás Lodeiro y Carlitos Tevez, las cabezas del proyecto del Vasco Arruabarrena. Meli quizás era el jugador que más buscaba, pero la presión que ejercía Central ahogaba cualquier especulación de gol xeneize. Hasta que una buena pared derivó en una avivada de Peruzzi, que justo antes de entrar al área, sintió un golpe de atrás. Ceballos no dudó y cobró falta y penal. Un penal que no era, porque el jugador cayó dentro del área, pero el golpe fue afuera. A Lodeiro poco le importó y cambió penal por gol. Después de eso, el partido se desvirtuó. Ceballos entendió el gravísimo error que había cometido y empezó a compensar. Pero no había terminado todo. Ya, a poco del final, Meli capturó una pelota y tiró un centro para un adelantado Chávez, que empujó la pelota hacia el fondo de la red. La defensa rosarina había interpretado (como todos) que había posición fuera de juego, pero, nuevamente el línea Aumente hizo ojos ciegos y favoreció el resultado final para Boca.

Al finalizar el partido, todo Central se fue a increpar al árbitro. Incluso Coudet terminó cara a cara con Ceballos. Pero el final ya se había consumido. Boca Juniors ya estaba festejando el campeonato de la Copa Argentina 2015. Que los malos arbitrajes no empañen la buena performance de estos dos equipos que habían llegado con justicia a esta instancia. Una lástima haber visto una final así. Esperemos que no se repita.
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