El millonario logró una buena diferencia para el desquite en Brasil

En el marco de los cuartos de final de la Copa Sudamericana, River enfrentó a un desconocido equipo brasileño: Chapecoense.

Luego de un pálido empate frente a Aldosivi, el conjunto del “Muñe” tenía la imperiosa necesidad de mostrar una mejor imagen. En cierto punto lo hizo, un triunfo por 3 a 1 que le da tranquilidad para la revancha en suelo carioca.

VOLVIERON A SONREÍR. Tras algunos malos resultados, parte del plantel del millo expresó su alegría en las redes sociales. Carlitos Sánchez subió ésta foto en Twitter para los fanáticos de River. Ojalá sean muchas fotos más.

El vigente campeón de América fue irregular durante todo el partido. Mostró dos caras: una buena, en donde se vio ese equipo que ha logrado tanto en el último tiempo; y la mala, por momentos la defensa quedaba mal parada y dejaba muchos espacios, el medio campo se mostraba impreciso y los de arriba estaban demasiados lejos del área.

En cuanto a lo acontecido en el campo de juego, a los 20´ minutos del primer tiempo, Milton Casco arremetió por el sector izquierdo y asistió a Carlos Sánchez que abrió el pie y la mandó a guardar al fondo de la red. Tan sólo 17´ minutos después, Fracinilson puso el partido 1 por 1. Desconcentración en los centrales de River y una salida tardía de Marcelo Barovero, le facilitaron el gol al conjunto brasileño.

Iguales al descanso. En la segunda parte, River llegaba más pero sin claridad. Hasta que la zurda de Leonardo Pisculichi destrabó la cuestión, que se le comenzaba a poner cuesta arriba al local. Un magnífico disparo de tiro libre ponía arriba al millonario. A partir de allí el equipo de Gallardo se soltó y comenzó a sentirse más cómodo durante el resto del partido. El 2 a 1 era un resultado incómodo para el último campeón de la Sudamericana, pero Sebastián Driussi peleó el balón hasta ganarlo y dejar sólo para el gol a Carlos Sánchez. El juvenil Driussi podría haber liquidado el duelo en el final del partido pero falló en el disparo.

Desde el punto de vista individual, en la banda los centrales fueron de los más bajo. Por momentos quedaban mal posicionados y se desentendían de la jugada. Lo mejor en River fue el disparo de Pisculichi y la activa participación del uruguayo Sánchez. No sólo fue la carta de gol, sino también el más movedizo y preciso del partido. Lo que padeció mucho el local fue la falta de un nueve de área. Rodrigo Mora, que ocupó esa posición, era quien terminaba colocando el centro, cuando él debía ser quien estuviera en el área. Es un problema que Marcelo Gallardo deberá solucionar pronto, de lo contrario al millonario le costará mucho llegar fácil al gol cuando enfrente a rivales de mayor envergadura.

En síntesis, River logró una buena diferencia para la vuelta en Brasil que será el próximo miércoles a las 21 (hora Argentina). Pero para soñar con el título, deberá mejorar mucho más en defensa y tener menos imprecisiones en el juego. De otra forma será muy difícil que la banda retenga el trofeo. Aunque, seguramente, este equipo recuperará la memoria y sacará a relucir el mejor juego que pueda desplegar.

#deportes