top of page

Un triunfo con sabor a poco

  • por Nelson Scariot
  • 11 oct 2015
  • 3 Min. de lectura

Era un partido que debía jugarse. Un superclásico inoportuno, ya que cada uno tenía la cabeza puesta en sus respectivos objetivos. River, con el único cometido de retomar el nivel competitivo en la Copa Sudamericana, para así llegar de la mejor forma al mundial de clubes. Mientras que Boca solo piensa en coronarse campeón del torneo local y ganar la Copa Argentina. Los dos presentaban para el “amistoso”, mayoritariamente, un equipo alternativo. A pesar de ello, fue un cotejo más entretenido y disputado de lo pensado.

EL QUE RÍE ÚLTIMO, RÍE MEJOR. Salieron a comerse la cancha. Metieron, corrieron y ganaron. Se dieron “revancha” de la derrota en el monumental con el rival de siempre. No se lo tomaron como un “partidito” más, lo disputaron como un verdadero clásico. Y eso, también, se vio reflejado en la euforia de Marcelo Gallardo durante todo el encuentro.



El millonario logró una victoria ajustada por 1 a 0 frente al puntero del campeonato doméstico. En el despertar del último clásico del año, “Lucho” González a los seis minutos, después de una interesante jugada colectiva, venció la valla del arquero Sara. Durante la primera parte del encuentro, el equipo de Gallardo recuperó ese dinamismo que le permitió consagrarse como el mejor de América. Presionó bien arriba, incomodando mucho al rival en cuanto a la salida; tuvo un juego dinámico por las bandas, mostró solidez defensiva y, principalmente, sacó a relucir una verdadera muestra de carácter y de personalidad.


Más allá de todo esto, la banda no aprovechó la absurda expulsión del lateral izquierdo del Xeneize, Luciano Monzón, a los veinte del primer tiempo. El árbitro Beligoy le sacó roja directa luego de una patada brutal sobre el tobillo de Rodrigo Mora. A pesar de eso, River no logró extender su capacidad de juego y llegar al gol. Es más, en el segundo tiempo, el conjunto dirigido por el “Vasco” Arruabarrena fue superior durante algunas facetas del partido. Al último campeón de América le faltó eficacia en los últimos metros para concretar las situaciones de peligro.


En definitiva, en cuanto al partido en sí del “millonario”, dejó como conclusión dos cosas. Por un lado, un primer tiempo donde River fue completamente superior al rival. Actitud, presión, juego colectivo dinámico y, obviamente, el gol fueron los factores que distinguieron al ganador. Por otra parte, en el segundo tiempo, su juego mermó. Se mostró impreciso tanto en la ofensiva como en la defensiva. Además, no supo redituar la ventaja de tener un hombre de más.


Pero, al fin y al cabo, es una victoria valiosa. Un triunfo que, indudablemente, le dará al millonario un envión anímico importante para sus próximos encuentros inmediatos. Es una conquista que le servía más a River que a Boca debido a que, en los últimos partidos, la banda venía mostrando un mediocre nivel futbolístico. En cambio, el Xeneize llegaba, en cuanto a resultados, mejor posicionado. De esta forma, el “millo” se recuperó después de dos derrotas consecutivas (con Liga de Quito e Independiente). Por ello era tan necesario el éxito, para retomar la confianza.


En cuanto a las individualidades, dos juveniles fueron de lo mejor en el partido. Emanuel Mammana y Leandro Vega se revelaron sólidos en la defensa. ¿Qué pasará ahora? ¿Al banco Eder Álvarez Balanta y Milton Casco? ¿O es una conclusión demasiada apresurada? Por lo pronto, los “pibes” estuvieron a la altura del partido y le complican la cuestión a Gallardo. Por otro parte, Leonardo Ponzio le dio orden a River y no tuvo la necesidad de cortar con faltas innecesarias. Leonardo Pisculichi desplegó un buen juego durante la primera parte, pero después su rendimiento disminuyó notablemente. La delantera, conformada por Tabaré Viudez y Rodrigo Mora, se mostró efusiva y movediza por todas partes, pero sin precisión para el gol. El resto de los jugadores millonarios, tuvo una participación aceptable, aunque no mucho más para agregar.


En fin, un primer tiempo muy bueno y un segundo capítulo con muchas imprecisiones. El monarca de América deberá repetir mucho más lo que se hizo en la primera parte del superclásico y encontrar la regularidad en su juego para llegar de la mejor manera al Mundial de Clubes. Pero, por supuesto, tiene una copa en su futuro inmediato: la Sudamericana. El 21 de octubre enfrentará al desconocido Chapecoense de Brasil por dicha competición. En cuanto al campeonato local, el 14 del corriente mes se medirá con Defensa y Justicia (partido reprogramado) y el 18 con Aldosivi. A festejar rápido y volver a la realidad que todavía queda mucho por delante.

 
 
 

Comments


DESCUBRÍ MÁS NOTICIAS

EN LA PESTAÑA SUPERIOR

"SECCIONES"

SEGUINOS EN LAS REDES
  • Facebook B&W
  • Twitter B&W
  • Instagram B&W
ÚLTIMAS NOTAS
 SEARCH BY TAGS: 

© 2015 EL OFICIO ONLINE

  • Facebook B&W
  • Twitter B&W
  • Instagram B&W
bottom of page