La casa está en orden

Boca Juniors goleó 3 a 0 a Banfield y se consolidó como único puntero del campeonato. A falta de 4 fechas, el equipo del Vasco está arriba de San Lorenzo por 4 puntos.

Tardes de fútbol en la Bombonera. Los viejos que ven fútbol hace mucho tiempo, cuentan que Boca Juniors cerraba la persiana ante sus equipos, sea cual sea y rara vez algún contrincante se animaba a abrirla nuevamente. Los contemporáneos del fútbol, aquella generación que nació en la época dorada de los Bianchi, los Riquelme, los Tevez (sub 23), los Barros Schelotto, los Abbondanzieri y los Schiavi (por nombrar algunos solamente) se nutrió de aquellos partidos que no demandaban problema alguno, donde el Xeneize no mostraba un juego vistoso pero siempre contundente. Hace algunos años ese fútbol y esa seguridad fue aminorando hasta hacer de Boca un equipo a veces bastante inseguro. Pero ayer el local pareció volver a ponerse el traje de equipo ganador y seguro. Le tocaba un equipo de esos que son molestos para jugar, como lo es el Banfield de Claudio Vivas, con sus bases pragmáticas en la escuela de Matías Almeyda.

Ya no están los Palermo, los Román, los Ibarra, los Battaglia. Pero los goles y el sacrificio del Titán uno los encuentra en Calleri. No estará la magia del JR10, pero hoy por hoy, Tevez se viste de héroe, goleador y figura y no deja lugar a dudas de quién es el líder futbolístico del actual puntero del torneo. Ibarra hoy por hoy es ayudante de la reserva junto a Saturno, pero algunas escaladas de Gino Peruzzi (más el gol de ayer) hacen dejar al Negro en el hermoso y seguro baúl de los recuerdos. Battaglia dejó el fútbol hace algunos años por una molesta lesión, pero el Pichi Erbes a veces hace recordar esa marca molesta y asfixiante que tenía el 5 más ganador de la historia de Boca.

Ayer la Bombonera volvió a gritar los goles de Peruzzi, Calleri y Tevez y se fue cantando. Cada vez queda menos. En los papeles, los rivales que se vienen no son para nada sencillos. Se viene Crucero del Norte, con ganas de revertir su magra situación. Un Racing que siempre es un rival de cuidado, y más si tomamos en cuenta que es el último campeón. En el horizonte, se ve un Tigre, un molesto Matadero de Victoria que tiene ganas de volver a estar en los primeros planos internacionales de la mano del siempre inteligente Gustavo Alfaro. Y en el final, en el Gigante de Arroyito, espera con ansias un Rosario Central que no para de ganar y sorprender a todos sus rivales. Boca está 4 puntos arriba de San Lorenzo (que empató su partido frente al conjunto del Lechuga Alfaro) y ahora solo depende de él. Mientras tanto, la Boca está en orden.

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