Se le cortó la racha
- por Lucas Ramos
- 15 sept 2015
- 2 Min. de lectura

Central, que venía de 3 victorias en fila, empató en 0 contra Newell’s y dejó pasar una chance importantísima para acercarse a la punta. Así se le cortó la serie de cuatro victorias seguidas ante su máximo rival, y quedó a 6 del nuevo líder, Boca.
La sensación que se respiraba en el Gigante de Arroyito, pasadas las 17 horas del domingo, era la de una impotencia generalizada. El canalla no pudo en ningún momento penetrar la defensiva del equipo de Bernardi, que paró una línea de 5 defensores cada vez que la pelota rondó el área de Unsaín. Sin demasiadas ideas ni claridad, los de Coudet se vieron obligados a asumir el protagonismo del encuentro, ante un rival que fue, decididamente, a buscar el punto.
No jugó bien, para nada. A Central se le siguen complicando (y mucho) los equipos que se le cierran atrás. Este fin de semana jugó, quizás, uno de sus peores partidos en el torneo. Pese a que lo buscó, en casi ningún momento pudo inquietar al joven arquero leproso, repitiéndose en pelotazos para los puntas Ruben y Larrondo. Las jugadas de riesgo fueron ocasiones aisladas, y se dieron en el primer tiempo: un tiro libre del Chelito Delgado que Unsaín tapó sin demasiados inconvenientes, y una desatención del fondo de Newell’s que Marco Ruben envió, de emboquillada, al techo del arco. En el segundo, Coudet intentó darle más juego al equipo con los cambios, pero el trámite no cambió: otra vez la imprecisión jugó en contra del equipo local, que extrañó en demasía al lesionado Franco Cervi.
Newell’s se llevó lo que fue a buscar. Tras unos 5 minutos iniciales en los que parecía dispuesto a presionar y a adelantar líneas, el rojinegro se refugió en su área, tapando cada uno de los huecos que Central pudiera aprovechar. Con un buen partido del doble 5 Villalba-Bernardello (que en defensa formaba una línea de 5 defensores), anuló por completo el juego asociado de Central, y rechazó fácilmente los pelotazos que provenían desde mitad de cancha. Eso sí: se olvidó de atacar. En el primer tiempo, solo pudo insinuar tras una muy mala salida de Caranta que el paraguayo Cáceres, sorprendentemente, desaprovechó. Los de Bernardi no tuvieron en ningún momento la intención de buscar el partido de contra, y desaprovecharon así la buena tarde del debutante Lucas Boyé, quien pudo abrir el marcador con un remate que sacó muy bien Caranta en el segundo tiempo.
Así se cerró uno de los clásicos rosarinos más aburridos de los últimos años. Central deberá corregir y trabajar más que nunca en cómo destrabar este tipo de partidos si es que quiere pelear hasta el final. A falta de 18 puntos, está a 6 de Boca (a quien enfrentará en la última como local) y a 4 de San Lorenzo (con quien también debe jugar, de visitante, en la 27). No es fácil, tampoco imposible. De ahora en más, sólo le sirve ganar.
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